Fots del Evento

Erreway, adolescentes modelo siglo 21 La noche del debut, mayoría de nenas pre púberes acompañadas de madres, padres y hermanitos, adolescentes y abuelas resignadas se alistaron para asistir a un espectáculo no apto para mayores de 20 y que aparece como uno de los pocas propuestas musicales para el segmento que recién se desprende del target de Piñón Fijo. Sostenidos por una red instrumental, coreográfica y escénica que no les permitió correr demasiados riesgos, con dos cantantes (una mujer y un varón) que sostuvieron con su propia voz casi todo el concierto, y una escenografía impactante, Luisana, Camila, Benjamín y Felipe cumplieron como buenos actores el rol de estrellas pop. A fuerza de producción Hay que reconocerle a Cris Morena una inteligencia más que oportuna para detectar el funcionamiento de un fenómeno como el que operaron sus cuatro protegidos y sacar el mejor provecho artístico del que son capaces arriba del escenario. Si Luisana no resuelve su talento a través de su voz, la belleza y frescura que irradia en escena (y que subraya con un vestuario entre ingenuo y provocativo de bombachitas de algodón y pantalones calados) bastan y sobran para que las melodías pegadizas y una cosmética rockera hagan el resto. Felipe se cuelga la guitarra, y las nenas deliran envueltas en banderas de Erreway, mientras cabecean para ver por encima de otras nenas de 10 años que se subieron al asiento para gritarle “Te amo Manuel”. La identificación entre personaje y actor es ineludible. Aunque ellos insistan en distinguir ficción de realidad, para el público los chicos no son ellos mismos en el escenario y que lo sean es lo de menos. Benjamín-Pablo se acerca a la primera fila con cara de enamorado doliente y las chicas deliran. Canciones televisivas Todas las historias de las canciones, algunos juegos escénicos entre las parejitas y el estilo Rebelde Way que tiñe la parafernalia alcanzan para dejar entre dicho que todo se trata de una prolongación de la tira televisiva, traducida en lindas canciones. Rebelde Way fue justamente el tema que abrió el concierto. Entre baladas, funk y rock and roll con algunos climas latinos entremezclados, en una hora y media exacta, Erreway repasó 17 de las canciones que mejor le quedan. No faltaron del primer disco, Señales, los hits Sweet Baby, Benjamín en Mi vida, Resistiré y Será porque te quiero. El resto se cumplió con las nuevas canciones de Tiempo, incluido una reprise en el bis de este tema y de Para cosas buenas, con fuegos artificiales y groove más rockero. El cierre fue con los seis en escena, todos de blanco como angelitos rebeldes y esa especie de himno al amor esperanzado que es Resistiré, acompañado de otras seis banderas gigantes con el símbolo de la paz y papelitos satinados que caían desde el techo. Con los ojitos brillantes y sin que se les escuchen demasiado bien las voces, los rebeldes del nuevo siglo no parecen demasiado convencidos de su causa, aunque hayan domesticado el rock para cantarle a la paz, el amor y la amistad. Algo es algo.