El sábado por la noche, en el imponente Orfeo Superdomo se presentaron Los Nocheros junto a la Orquesta de la Universidad de Cuyo. Muchas son las razones que se pueden tener para que los artistas de música popular se interesen por el acompañamiento sinfónico de su música. Pero generalmente el motivo principal ha sido casi siempre el de la jerarquía. Tocar junto a una sinfónica elevaría el nivel de lo que se hace. En el recital del sábado toda la primera parte del espectáculo tuvo a Los Nocheros vestidos de manera muy elegante acompañados por una gran Orquesta Sinfónica que participó en todas las canciones. Desde el punto estrictamente musical lo que hace la orquesta es interpretar un arreglo bien confeccionado que sirve de acompañamiento al canto. Desde lo visual es impactante, aunque musicalmente se pueden encontrar muchos problemas difíciles de solucionar. La presencia de Los Nocheros sobre el escenario es tan fuerte que todo lo que ocurra por detrás del grupo es casi imperceptible. La rutina que realizan Los Nocheros viene siendo efectiva desde hace mucho tiempo y se impuso como un estilo particular para abordar el repertorio de folklore romántico. Sumar una sinfónica es solo cuestión de imagen y ornamento bastante sofisticado pero no una oportunidad de cambio. La segunda parte del recital el conjunto quedó solo acompañado de algunos pocos músicos en batería, bajo y teclados. La gente enloqueció. Para Los Nocheros cambiar sería un riesgo muy elevado, ya que con lo que hacen, alcanza y sobra.